viernes, 4 de septiembre de 2009

Hastío de estío

I

Querer es poder
Sólo al cerrar los ojos...

....Mirar fijamente y observar
la serenidad del silencio
hecho mobiliario polvoriento...

...Tres años nada más
y las cortinas peinan canas...

De persianas para adentro
profundos surcos de la dermis
que engendrarán las arrugas
en el cutis de este hogar.

Pocas eras las esperanzas de juventud
y se diluyeron en la primera navidad
¿Por qué no la supimos adornar?

...Sólo al abrir los ojos
colisionas con la verdad.



II

¿Por qué gotelé a las paredes?
Quizás sólo por maquillar la ansiedad
de estrenar algo que no era nuestro.

Luces y ventanas nuevas para enturbiar
la claridad de la mañana que no amanece.

Al menos se pulió el suelo,
ese espejo más que infiel
al que maltratamos a diario sin disculparnos.

Cierro los ojos,
sueño que pintamos de verde la habitación...


III

Mejor el subsidio de la obligación
que levantarse a diario sin tareas afectivas.

Caen las astillas del sauce llorón,
se clavan en el suelo después de arañar
los zócalos de tu cara.

Todo sucedió tras el pacto tácito
de silencio en la cena...

... A medio metro de mis manos
las trincheras de tu ajuar...

Qué difícil es pasear cogido de tu mano izquierda
sin balancear lánguido el brazo de la derecha.