domingo, 11 de enero de 2009

Me gustaría ser tú

Hoy sangro por las esquinas
de la ilusión traicionera.

Si existen las sirenas
¿por qué no las encuentro
en los escaparates de rebajas?

Ahora sé cual es el camino
si trazo mi ruta en la dirección
de tu mirada impenetrable.

Llega una buena mañana
y se hace de noche a la luz
de una exhausta y tímida vela.

Con esa trémula claridad
interpreto a mi antojo las señales
que brotan de mi desconocimiento sobre ti.

Triste ...
... No soy el gato que acaricias
ensimismado con la perfección
de tu rodilla desnuda.

Tampoco sé dar vida a las palabras ...
... No soy la yema de tus dedos.



No ser en ti la esperanza
que alberga este pecho ...


... Así es la reflexión
de la imagen borrosa
que se llama soledad.