martes, 28 de octubre de 2008

Cadáveres en los pasos de peatones

Hoy es el primer día en que
las calles madrugan
de humedad y brisa helada.

Por el camino miles de sombras
altivas desprecian mis pensamientos.

Las señales no advierten
de las miradas furtivas,
sólo avisan de los cadáveres
en los pasos de peatones.

Accidentes geográficos
en el callejero de la ciudad,
sin ruta hacia tu valle
de incomprensión cálida.

La cenicienta cambia de hora
y retorna sin dar explicaciones al amanecer.

Paso de largo por las tapas
de su repetitivo cuento,
no hay letras que comer
nada con que frenar esta desidia.

Los ojos cerrados de par en par

Dormir y sobrevivir a otro día

Tampoco hoy toca despertar...